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Browsing Productos de prestación de servicios CSH by Subject "Desarrollo sostenible"
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Item Open Access Estrategias de salida sostenible de la pobreza y la conservación de logros de las políticas sociales en República Dominicana.(Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC)., 2016-10) Contreras, Lourdes; Checo, FranciscoProgreso multidimensional: nuevo enfoque para medir el desarrollo en la región El Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso, plantea un nuevo enfoque para la medición del nivel de desarrollo de los países de la región, que trasciende el uso del ingreso. Incluso, aunque incluye índices y políticas que se concentran en educación y salud, dicho enfoque va más allá, bajo el criterio de que el desarrollo implica otras dimensiones. Es decir, el progreso multidimensional contempla exclusiones que están por encima de las líneas de ingreso per cápita y de necesidades básicas. Nada que disminuya los derechos de las personas y las comunidades, ni nada que amenace la sostenibilidad ambiental se considera progreso, y las políticas para enfrentar los problemas multidimensionales del desarrollo deben ser intersectoriales y universales, y funcionar de manera global e integrada. La desaceleración del crecimiento puede provocar la recaída de millones de personas en la pobreza En la actualidad la principal amenaza del progreso multidimensional es la recaída de una parte importante de la población en la pobreza a causa la reducción de las tasas de crecimiento en la mayoría de países de la región. Millones de personas han salido de la pobreza en los últimos años, pero gran parte se encuentra en situación de vulnerabilidad. La proporción de población regional en situación de pobreza por ingresos se redujo de 42% en 2002 a alrededor de 24% en 2013, mientras que en República Dominicana, según datos de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo del Banco Central, aumentó de 33% a 41% en el mismo período, pero registró un rápido descenso en los dos últimos años y se colocó en 32.4% en 20152. En República Dominicana el crecimiento económico ha tenido un impacto muy reducido en la disminución de la pobreza y en la distribución del ingreso. Las remuneraciones laborales (salarios por hora) crecieron en casi todos los países de la región, en cambio, en República Dominicana se deterioraron, una disminución en términos reales estimada en 22% en 2015 respecto al año 2000. La tasa de desocupación se ha mantenido en alrededor de 14% en los últimos 8 años, similar a la del año 2000, con una enorme brecha de género, expresada una tasa de desocupación promedio de las mujeres de cerca de 25%, equivalente a 2.6 veces la desocupación promedio de los hombres (9.5%). La desventaja de las mujeres en el plano laboral va más allá de la alta tasa de desocupación; se agrava por el hecho de que el salario promedio de la población femenina ocupada representa solo el 72% del salario promedio de los hombres. Privaciones: barreras relevantes Entre las barreras al progreso multidimensional se destacan privaciones en los ámbitos de la salud, la educación, protección social, medioambientales, desigualdad de género, limitaciones en el disfrute de los derechos de las personas y discriminación en grupos específicos por razones de género, identidad sexual, edad, nacionalidad, lugar de residencia, condiciones y limitaciones especiales, VIH, entre otras formas de discriminación. A nivel regional, el acceso y cobertura a educación son bajos, especialmente a nivel inicial, medio y terciario, y también es bastante baja su calidad. Los resultados educativos del país son inferiores al promedio regional. Se espera una mejoría como producto de la duplicación del presupuesto público para educación preuniversitaria a partir de 2013, cuando se aumentó a 4% del PIB, de alrededor de 2% en los años anteriores. Aún después de dicho aumento, el gasto público en educación en el país es inferior al promedio regional. Por otro lado, los riesgos de salud a lo largo del ciclo de vida son altos para gran parte de la población. En el caso de las mujeres y la niñez dichos riesgos son mayores, como lo evidencian las altas tasas de mortalidad materna e infantil, las cuales en el país son muy superiores a la media regional; mientras la seguridad social tiene muy baja cobertura en protección de la salud y en pensiones. A esto se une el hecho de que, independientemente del estrato de ingreso al que pertenezcan, diversos grupos poblacionales enfrentan privaciones duras, como discriminaciones por raza, género, nacionalidad, discapacidad, orientación sexual y zona de residencia. Además, una parte de la población, generalmente la de mayores niveles de pobreza y la rural, altamente dependiente de la agricultura, está muy expuesta a los efectos de fenómenos atmosféricos y al cambio climático. Protección de los logros En muchos países, junto a la reducción de los niveles de pobreza y ampliación de la clase media, se alcanzaron logros importantes en el área de salud, educación y otros servicios básicos, logros que deben ser protegidos y mejorados, a fin de generar movilidad social ascendente de manera sostenible. Se estima que desde 1990 la salud y la educación han aumentado en la región a un ritmo anual promedio de 0.6% y 1.3%, respectivamente, superior a la otra dimensión del IDH, el ingreso per cápita. El crecimiento del producto y los cambios registrados en los indicadores de las distintas dimensiones del desarrollo (económica, social, ambiental) están moldeados por los componentes y características de las políticas públicas adoptadas por cada país. Varios países de la región han aplicado estrategias exitosas para superación de la pobreza, basadas en un enfoque integrado de las políticas económicas y sociales. Algunos han introducido cambios en la manera de conceptualizar el bienestar mediante la incorporación de dimensiones que trascienden el ingreso, que son valoradas por sus sociedades. Por ejemplo, lecciones aprendidas en distintos órdenes encontramos en iniciativas como el Plan Brasil sin Miseria y el Catastro Único; las políticas de protección del ingreso del hogar de la República Bolivariana de Venezuela, el sistema de protección social chileno y, en términos de conceptualización del bienestar, las nociones de “vivir bien” y “buen vivir” desarrolladas en Ecuador y el Estado Plurinacional de Bolivia. Se requieren políticas tanto para lograr salir de la situación de pobreza por ingresos, como para mantener los logros alcanzados y evitar la caída en dicha situación. Ambas políticas difieren, pero deben ser aplicadas de manera sincronizada para maximizar sus impactos. Para darle impulso a la salida de la pobreza, se presta atención a las exclusiones duras que no pueden ser explicadas por limitaciones de ingresos, y para prevenir la recaída en la pobreza las políticas se orientan a la construcción de resiliencia con intervenciones relacionadas con: - Protección social a lo largo del ciclo de vida, - Funcionamiento de sistemas de cuidados para niños/niñas y personas adultas mayores - Acceso a activos físicos y financieros de los hogares, y - Mayor calidad laboral, con especial atención en la población joven y las mujeres Además, se requiere fortalecer las políticas destinadas a garantizar la paridad de género y la erradicación de la discriminación y trato desigual que enfrentan diversos grupos poblacionales. Para estas exclusiones complejas, que trascienden el nivel de ingreso, es necesario “nivelar el piso de ciudadanía” mediante: - Reconocimiento y ampliación de los derechos colectivos (“Cuestionamiento de normas y valores socialmente establecidos que legitiman jerarquías que no deberían ser tales”). Esto significa validar en las políticas el principio de Igualdad como meta del desarrollo, y la estrategia de la transversalidad del enfoque de género y derechos en planes y programas y concebir igualdad de oportunidades, en acceso, trato y resultados. - La creación de oportunidades materiales y los mecanismos necesarios para que estas poblaciones puedan aprovechar dichas oportunidades. - Desarrollo de políticas de acción afirmativa y empoderamiento ciudadano Fortalecimiento institucional En la región y en el país se han realizado importantes avances en marco legal, pero el Estado no muestra la capacidad suficiente para garantizar la aplicación de las normas establecidas y el cumplimiento de derechos nominalmente protegidos por la legislación. El adecuado diseño y aplicación de las políticas públicas y la sostenibilidad de las estrategias, programas y proyectos dependen del buen funcionamiento del aparato estatal y la capacidad de articulación de sus instituciones con la ciudadanía. En República Dominicana aún no ha sido posible lograr que “las fuerzas políticas, económicas y sociales arriben a un pacto fiscal orientado a financiar el desarrollo sostenible y garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo”3, como desde hace alrededor de cuatro años está consignado en la Ley END. Sin los cambios requeridos en el sistema fiscal dominicano, orientados a mejorar la calidad del gasto y elevar la presión tributaria con criterios de equidad, no es viable el cumplimiento de los objetivos y metas de la END, ni tampoco sería posible poner en marcha la Agenda 2030 y cumplir con los ODS: Desafíos para la puesta en marcha de la Agenda 2030 La Agenda 2030 ha sido definida como una agenda de transformación multidimensional, cuyos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) integran las dimensiones económica, social y ambiental. La puesta en marcha de la Agenda requerirá de un gran esfuerzo para su adaptación y articulación a la END. Ambas iniciativas tienen el mismo horizonte temporal (año 2030) y sus objetivos son bastante coincidentes, lo que, en cierta medida, facilitará el referido proceso de adecuación. No obstante, la END requiere ser revisada a los fines de corregir las políticas y metas que se hayan desviado de los resultados previstos en los primeros 4 años de su implementación y asegurar la integración de los temas esenciales de la Agenda 2030. La Agenda 2030 y el consecuente compromiso de evaluar su avance representan un reto para la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) y las instituciones generadoras de información relacionada con los múltiples indicadores de los ODS. Se estima que más del 40% de dichos indicadores requerirán la creación de fuente de datos o mejoras en la fuente disponible en la actualidad. Se estima que solo en el 31% de los casos el cálculo del indicador ya existe o puede calcularse con la información disponible, para el resto de dichos indicadores se requerirá la creación de una nueva fuente de datos o mejoras de diferente calado en la fuente disponible en la actualidad.